A mediados de los años 20 del siglo pasado, el ya prestigioso
psicólogo JEAN PIAGET (1896 – 1980), describió un enigmático fenómeno del
desarrollo infantil que denominó HABLA EGOCÉNTRICA o habla autodirigida.
Piaget, a partir de sus observaciones ontogenéticas (durante meses y años) logró
DESCRIBIR y clasificar sus modalidades en: Repetición ecolálica, Monólogo y Monólogo
colectivo (cuando dos niños juegan pero no están dialogando, sino que, por
momentos, cada uno habla para sí mismo). Sin embargo, nunca pudo EXPLICAR las causas
de este enigmático fenómeno y su desaparición hacía los siete años de edad.
¿POR QUÉ HABLAMOS SOLOS?
La respuesta es: el habla autodirigida es una estrategia cognitiva e intelectual. Éste misterio
fue desentrañado por LEV S. VIGOTSKY (1896 – 1934), quien determinó sus
funciones en mediante análisis microgenéticos (experimentos de resolución de
problemas con niños de tres a diez años). Las tres funciones son:
1) AUTORREGULACIÓN
MENTAL. Tanto el niño como el adulto hablan consigo mismo para autocontrolar su
conducta y sus estados emocionales ante un reto. Esto ha sido demostrado por
las investigaciones en INTELIGENCIA EMOCIONAL.